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La tradición se ha conservado íntegra en sus principios hasta nuestros días, pero a la vez ha sido enriquecida con aportes de filósofos herméticos a lo largo de estos cinco mil años.
"El iniciado en la verdadera espiritualidad nunca podrá ser fanático o intolerante, pues el sentimiento que la inspira es precisamente aquel que hace que nos sintamos hermanados con todos los seres vivos que existen en nuestro universo." |
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La iniciación antigua se basa en una concepción global
del hombre,
esta iniciación era un adiestramiento gradual de todo el
ser humano
hacia la esencia del espíritu, obteniendo así plena
concordancia en su "ética y estética", ética como "el ideal"
y la estética con "los actos de a persona ", compensación
y equilibrio en nuestras ideas y actos.
Nosotros, la cultura occidental, hemos disociado la educación
del cuerpo con la del Alma y del espíritu, nuestras ciencias
físicas y naturales, muy avanzadas en si mismas, hacen
abstracción del principio de Alma. Las religiones actuales
no satisfacen las necesidades de nuestra inteligencia,
la medicina moderna no quiere saber nada de Alma ni espíritu.
El hombre contemporáneo busca el placer sin la felicidad, la
felicidad sin la ciencia y la ciencia sin la Sabiduría.
En la antigüedad no se admitía que se pudieran separar
tales conceptos.
El Hermetismo es en si mismo "una revelación", por eso
puede incorporarse a todas las facetas de la tradición, a la
vez representadas por diversas religiones. Encontramos en
todos los Maestros la misma clave de interpretación "hermética"
en todas sus enseñanzas.
Para el filósofo, la Historia Universal es la Historia del desarrollo
de la conciencia de la Humanidad.